27.6.08

Veinticuatro, el catorce del seis


Retrasé la publicación de este post por motivos que aún desconosco, pero no quería dejar pasar el mes de junio para hacerlo. Y es que junio es el mes de mi cumpleaños: este año fue festejado el #24.
Empecé "Mi Semana" (así la titulé: desde el lunes 9 hasta el sábado 14) de una manera super buena. Rogelio, dentro de sus posibilidades, se encargó de hacerme muy feliz y yo le recordaba cada día los pocos días que faltaban para mi cumpleaños. Toda esa semana me la pasé de compras, porque nunca tengo lo necesario para ir a cualquier sitio y mi santo sería muy especial por varios motivos: era mi último cumpleaños como universitaria, primera vez que lo festejaba viviendo sola y, por si fuera poco, tenía a mi lado a un ser divino. Tenía, y debía, ser una semana de puta madre.
Llegado el día viernes 13 cité a todos mis amigos a Rústica de Barranco para tonear y chelear rico. Me sorprendió que una buena amiga me dijera que "había tomado la decisión de no ir a mi cumpleaños"; debo admitir que me destrozó el alma, pero por algo sería, no podía derrumbarme por una nimiedad, o sí? En fin, llegué a casa dispuesta a arreglarme sin perder un solo minuto: las uñas, el pelo, el maquillaje, la ropa, todo tenía que gustarme, porque sino, la cagada...
¡Maldición! Con la cabeza mojada y en buzo tuve que bajar a la peluquería que está en el primer piso de mi edificio. Motivo: pedir prestada una secadora porque la mía había explotado... ¡EXPLOTADO! Por suerte me hice amiga de la peluquera y no me cobró por usarla (jejeje). Subí a mi depa para terminar de lacearme el pelo y maquillarme.
Rogelio llegó y me hizo cerrar los ojitos. Una linda bolsita de papel envolvía mi regalo: un lindo estuche negro de Hello Kitty que le había dicho que me gustaba un par de semanas antes. "Pero eso no es todo", me dijo y sacó de su mochila un pedazo de papel. "¡Una cartita!" pensé (más ilusa... jajaja). "No vamos a ver el Perú-Colombia el domingo!" dijo con una chispa de felicidad... Para mí no era felicidad, no me gusta el fútbol, pero en fin... Era mi oportunidad para conocer un estadio de fútbol.
Salimos para encontrarnos con la gente en el local de Barranco. Poco a poco comenzaron a llegar y me impresionaba de ver que ya no cabíamos en la mesa. No podía creerlo... Llegaban incluso personas que no pensaba que vendrían. Empilándonos, empezamos todos a tonear y la pasé realmente increíble. Lo que me asustaba al principio (que no les guste el local) se esfumaba con el pasar de los minutos. Hasta ahora me sorprende pensar que bailabamos la chicas en círculo saltando y gritando el "Ilarilarié", recordando la chiquititud.
Carajo, llegué a casa a las 5 y pico de la mañana -luego de haber recibido un abrazo de cada uno de mis invitados a las 12 de la noche en punto, moción iniciada por Rogelio, dicho sea de paso-. Dormí dos horas, porque ese sábado (14) tocaba repartirme entre un desayuno en casa de mi papá y un almuerzo en La Granja del Abuelo con mi mamá, mi abuelo y Rogelio.
"(8)Paraparapapá... Happy Birthday to yoooouuuuu!!!!(8)". Soplé mis velitas y regresé a casa dispuesta a pensar en qué me iba a poner para ir al estadio. Una ocasión así no podía desperdiciarse yendo con buzo... jajaja. En el trayecto yo estaba súper emocionada, no podía creer lo caras que eran las entradas para occidente (por suerte habían sido regaladas) y lo grande que era el estadio Monumental. Fue impresionante. Me sentía como una chiquita y no dejé de agradecerle a Ro lo fabuloso del regalito (que al principio no fue muy bien recibidoi por mí...).
Una vez que acabo el partido (1-1) regresamos a casa no sin antes pasar por Las Cuatro Estaciones para tomar un juguito bien acompañado de un sanguchito (no se vale, el tuyo estaba más rico!!!). El día, y MI semana-cumpleaños, habían acabado, pero acabado feliz.
Gracias a las personas que estuvieron conmigo ese día tan importante e increíble para mí. Gracias pro las llamadas telefónicas de dentro y fuera del país. Gracias por hacer de este semana-día inolvidable.
Un videito del estadio, salgo como que un segundo, pero ni modo...

Un Chardonnay en la avenida Riva Agüero

Ayer (y hoy) fue cumple de Pablito ((8)Oooohhh!!! Maten a Timoteooooo!!!(8) jajaja) y lo celebramos entre nosotros y a todo dar, según yo. Conseguimos un vinito -un Chardonnay, para ser más exacta- y nos dirigimos al carrito guinda de Pablo. Paso siguiente: nos sancochamos (maldición! arregla tus ventanas, por lo que más quieras!) y nos fuimos al grifo Primax más cercano. La misión: encontrar un saca corchos lo antes posible o sino Susan moriría. Caso clínico: ansiendad-post-y-pre-depresión-sentimental-con-maloshumores-incluidos (jajajaja).

Finalmente logramos descorchar el vinito y ahora la cuestión era dónde rayos tomarlo. Sugerí un parquecito cerca de la universidad, como para no alejarnos mucho. Terminamos estacionados (no sé cómo, porque Pablito es bien caña monse...) frente a un parque en la avenida Riva Agüero, al lado de un pasaje no muy amigable y recorrido por sendas personas que no nos dejaban chupar en paz (por cierto, era la 1p.m.).

Comenzada la "sana" actividad de mediodía, empezaron también las fotos. Unas van y otras vienen y... terminamos casi lamiendo el poste que nos hacía compañía con su foquito apagado a esa hora del día. Susan con sus poses de "prosti" e Ingrid ni qué decir. La única que se salvaba era yo, por supuesto, un algelito personificado (¿?). Pablito posaba y posaba, y Daniel solo atinaba a reirse de nuestras estupideces. Debo citar también a nuestro querido Johan (más conocido como "Gregorio", por su genial parecido al chibolo que salía en esa película peruana de los años... ¿ochentas?) que llegó casi corriendo y se perdió la sensacional sesión de fotos callejera que protagonizamos.

Terminamos la tarde en el clásico (de este ciclo) restaurante "Las Delicias". Qué finos se nos veía comiendo menú y tomando vino... (Daniel, estaba rica tu alita broaster, no? jajajaja). Nunca me habían servido ají de gallina como entrada, pero qué bien que lo disfruté. Por suerte contábamos con la tecnología necesaria para preservar ese recuerdo (gracias, Flaquita, por siempre cargar tu camarita! Si hablara... qué no diría...).

Esta ha sido la última semana de mi vida universitaria. Nunca, en seis laaaargos años, me había divertido tanto como estos últimos seis meses y ayer, realmente, fue un cierre digno de la mejor etapa, sin dudas, de mi vida. La continuamos hoy, no Pablo?

He aquí algunas imágenes para delietaros. Enjoy!

 


































22.6.08

¡Quiero ser mamá!


Mayoría de respuestas A: Usted está totalmente preparada para traer un bebé a este mundo. Felicitaciones, futura mamá!

Resolví un test de maternidad en la revista Vanidades mientras esperaba a que le terminen de cortar el pelo a Rogelio. No sé realmente por qué fue que hice el test, de repente todas las mujeres tienden a hacer esta clase de jueguitos mientras ojean los artículos más interesantes de estas revistitas de moda o las últimas tendencias en cortes de pelo y maquillaje permanente.

Hace un par de semanas me di cuenta de que faltaban tan solo un par de semanas para acabar algo que por seis largos años me había venido perturbando: la Universidad. Pues sí, PER-TUR-BAN-DO a más no poder. Esto no quita que, también, hace un par de semanas no me haya puesto triste empezando la famosa cuenta regresiva. Pues no, definitivamente sí me puse triste hasta el punto de organizar un almuerzo con mis adoradas amigas de mi alma mater para ponernos a moquear por este tiempo invertido.

Hoy, a punto de terminar mi carrera, recuerdo que hace unos años si me mencionaban la recurrente preguntita "qué pasaría si quedas embarazada??" yo lo único que hacía era rezarle a los 300 santos que conocía y trataba de no hacerme la pichi con las 25 (mil) veces que pasé por ese susto (como muchas). Pensaba en qué podría pasar si "algo" salía mal, qué le diría a mi mamá, a mi papá o, peor aún, a mis hermanos que me solventaban la vida. Qué haría con el producto de mis revoluciones hormonales... Y solo había dos opciones: tenerlo o no. Así de simple.

Hoy, a punto de terminar mi carrera, no puedo contener mis ojos cuando veo el nacimiento de un bebé en el Discovery. Qué sorpresa me da pensar en lo lindo que sería ser mamá... Pero claro, no me he sacado la mierda durante seis largos años para salir de ese lugar que me perturbaba tan solo para ser mamá... o si? Naaaa...

La cosa es que últimamente pienso y siento que debe ser la cosa más extraordinaria dar a luz y más cuando tienes a tu lado a la persona que siempre quisiste tener. Solo quiero esperar a que sea el momento indicado. A que los dos estemos preparados.

Pero qué lindo... Quiero ser mamá!

" (Hace unos años pensaba) Qué haría con el producto de mis revoluciones hormonales... Y solo había dos opciones..." Ahora solo existe UNA opción...