31.7.08

Novedades corporales

Dos nuevos tatuajes adornan mi esbelto (?) y delicado (?) cuerpecito (?). Ro tuvo, nuevamente, la delicadeza de trabajar sobre mi piel de la mejor manera posible.

Quiero tener a mi viejito siempre conmigo, porque es un hombre maravilloso y, si bien está conmigo siempre en cuerpo y alma, me pareció justo hacerle este homenaje para que pueda verlo. Su gusto al mar fue lo que me inspiró... Un caballito de mar adorna la parte interna de mi tobillo derecho desde el martes hasta el infinito y más allá.

Me dieron ganas de "marcarme" más inmediatamente después del caballito así que Ro me tatuó tres estrellas rojas en la pelvis (de eso no hay muchas fotos, no sean sapos!), porque 3x5=15. Próximamente lucirás esas tres estrellas tú también...

Y como soy golosa, me enseñó a tatuar y lo ayudé a retocar la estrella de fuego que tiene encima de la rodilla (grrrr!!! Ja!!!). Ya me gustó esta vaina... Y por eso hemos decidido dejarnos crecer el pelo para hacernos moños raros con los pelos cochinos e irnos a vivir a Cusco como hippies por toda la vida. Naaaa...



















Mis Fiestas Patrias

Fue un fin de semana largo de cuatro días y de mil locuras en la ciudad de Lima. Desde una pileta de Pisco en la Plaza Mayor, hasta una feria de comida denominada “La noche de la comida peruana”, feria que fue literalmente imposible de presenciar por la cantidad de gente que quería hacer lo mismo que uno: entrar y jamearse tooodoooooo. Pasando también por un desfile militar un tanto "atolondrado" y por un mensaje presidencial que nos quedó medio misio (como muchos en la actualidad), porque, según Alan, la inflación del país es dada por factores "externos"...

No solo queríamos los peruanos acudir a los diversos eventos que auguraban un buen fin de semana para los que, pobremente, nos quedábamos en la capital, sino que pretendíamos tranquilidad en estos días festivos, cosa que no encontramos, ya que parecía que no solo nosotros nos quedábamos en casa, sino que también los mil millones de capitalinos más y, cómo no, los huecos y demás averías callejeras.

Como buena peruana tengo mi pizca de pesimismo patriótico, porque si no eres pesimista definitivamente no eres peruano. ¿O me equivoco? Pero, por otro lado, también soy súper positiva (cuando la situación lo amerita, claro está) y estas Fiestas Patrias no me trajeron solo malestar y estrés. Tuve varias cosillas buenas y nuevas que, al menos para mí, valen la pena ser recordadas...

Un nuevo placer desconocido hasta ahora: la comida colombiana. / Una nueva linda e increíble propuesta (te amo). / Una nueva borrachera con mi trago favorito en honor a mi Perú. / Una nueva ganancia: 40 lucas en el Bingo La Marina. / Un nuevo dolor de espalda gracias al disfrute máximo de la vida y de Ro. / Una nueva propuesta de negocio muy tentativa. / Una firma para unirnos al nuevo negocio. / Una llamada de mi hermano que nunca me llama. Se equivocó de número, pero al menos hablé con él. / Un nuevo aprendizaje: el arte del tatuar. / Un nuevo tatuaje que conmemora el amor de mi viejo por el mar y otro más que es el inicio de un nuevo “compartir”. / Un nuevo descubrimiento: el delicioso arte culinario de Ro. / Una nueva llamada telefónica de chamba. / Una nueva y primerísima chamba. / Una nueva sorpresa: chambear en política (¿yo?). / Un nuevo reto: empezar desde el primer lunes de agosto a ser por completo una nueva persona...


Felices Fiestas Patrias (aunque estemos 31 de julio).

15.7.08

Los amigos que perdí (y una que quiero recuperar)...

En algunos momentos de mi vida me sentí rodeada de muchas personas: en el nido, en el colegio, en la universidad... Pero eso no significa, necesariamente, que todas estas personas sigan a mi lado. Como dicen, algunos van y otros vienen en distintos momentos y lugares. Sin embargo, me parece que son más los que van que los que vienen a lo largo del camino.

Me considero una persona amiguera y súper sociable, pero si chocas conmigo... ¡Ay! ¡La que te espera! Basta tan solo con una mentirita o una ligera traición para que de un definitivo porrazo ¡ZAS! te arranque de mi vida y, si tienes suerte, después de un tiempo te vuelva a hablar, pero, claro, no con las mismas ganas de antes.

A lo largo de mi vida he conocido a muy buenas personas que por azares del destino se han visto envueltas en algunas circunstancias de “mala onda” conmigo y, no por azar, las he enviado a mi lista negra de “ex amigos”. La mayoría de gente que me conoce dice que soy muy radical en muchos aspectos de mi misma. Pero es que es así, señores: o blanco o negro. Punto.

¡Uy! ¡Qué mala eres, oe! Podrán decir... Se equivocan, pues. Detrás de estas líneas está la niña más dulce del mundo (jajaja)... Ya, dejémonos de cojudeces... El punto es que no siempre me siento bien después haber “eliminado” a estas personas de mi lista blanca de amigos. Por ejemplo, el último día de clases tuve ganas de darle un abrazo a C, una chica con la que compartí muchas cosas y que por equis motivo terminé peleada con ella. En fin, me quedé con las ganas de ese último abrazo. Qué vaina, a veces también peco de orgullosa.

Orgullo y radicalismo (¿existe esa palabra?). La cuestión es que cuando estas dos palabritas se juntan hacen que me convierta en un ogro (verde y peludo). Hoy estoy alejada de Y, mi mejor amiga, por cosas que, creo, debería dejar pasar. Supongo que es materia de tiempo para que todo se arregle y podamos lorear, caminar, sonsear, cantar y jugar como lo solíamos hacer.

Te extraño. Incluso, hasta tu copete rococó y tu oso rosado de polar invernal.

Sí, sí... es recontra raro que yo ponga estas canciones acá, pero eran algo así como nuestro “Himno a la Bandera”.





11.7.08

Y finalmente, se acabó...

Cuánto tiempo esperé para que llegue este día... Recuerdo que en mi primer día de clases, en agosto del 2002, me pareció eterno pensar que en algún momento terminaría mi carrera y egresaría de la Universidad. Los ciclos me parecían interminables y las separatas para leer, las más largas del mundo.

Cuando pasé a facultad, la cosa cambió un poco: gente nueva, cursos interesantes, un espacio diferente... Me llegué a sentir más grande, más madura, por el simple hecho de ya no estar en Generales. Ahí me sentía en lo mío, ya no me tenía que preocupar por cursos que no me importaban un carajo, sino por aprender y tener nuevas experiencias en el campo por el cual estaba realmente interesada.

Estas dos últimas semanas han sido para mí como un recuento de los seis años que pasé en la Pucp. Pensé en lo bueno, lo malo y lo feo, por así decirlo, pero no encontraba cosas feas en mi haber universitario (salvo alguna que otra persona INNOMBRABLE que no vale la pena mencionar). Todo lo vivido en estos seis años ahora me parece increíble, tanto que no quiero irme de acá. Me dirán loca, trastornada, enferma mental, pero no quiero irme... no quiero... (estoy pensando seriamente en encadenarme a algún poste del campus).

El miércoles que pasó fue el último día de mi clase de Proyecto. Todos arregladitos y bien formalitos nos fuimos a almorzar a un hueco de mala muerte (para no perder la costumbre) frente a la Universidad, previa sesión de fotos en el Z. O sea, justo las últimas semanas en las que vamos a estar juntos en un mismo entorno las usamos para tomarnos fotos, salir a almorzar, irnos a chupar a avenidas cercanas de la Universidad y toda esa parafernalia que uno hace muuuucho antes de lo que a nosotros se nos ocurrió. Que sarta de babosoooooos!!!! Pero no puedo negar que me he divertido...

Nunca pensé que iba a extrañar tanto estas aulas, las cafetas (aunque nos atiendan maaal muuuy maaaaaaaaaal), los jardines, los guachis (ayer uno me recitó un poema!! Lindoooo!!), los chicos de los laboratorios del Z, las amistades que cultivé... Lo voy a extrañar todo... Todo menos a las tipas esas hijas de su madrecita de Mesa de Partes de Comunica (menos a Vianca, a ella sí la voy a extrañar. Hoy me llamó por mi nombre. Ni enterada que se lo sabía...).

Asu... ya mucha wada... mucha nostalgia...

A continuación, algunas jotitos (gracias a la Morena) como para que se me baje la tristeza, ¿no? O tal vez al verlas me ponga más triste aún... Maldición... qué voluble...





10.7.08

Chespirito en Lima: no contábamos con su astucia...

"Un Pisco Sour, por favor" fue lo primero que dijo al entrar a escena...

El día martes que pasó fue un día duro para mí: entrevista de chamba, recoger encargos, hacer un focus group, dejar encargos (en el culo del mundo)... y todo, todito, en tacos y ropa formal. Mis pies estaban tan desesperados por salir de esas botas que casi lograba escuchar sus gritos de lamento.

Llegué a mi hogar dulce hogar como a las 7:30 de la noche y lo primero que hice (por obvias razones) fue quitarme los zapatos y el pantalón. Fui al baño y mientras me lavaba las manos sonó mi celular. Realmente no hice caso, estaba tan cansada... que no jodan, que vuelvan a llamar si quieren... y efectivamente volvió a sonar: era Rogelio en una -supuestamente- llamada de rutina. "Dónde estás?", "En mi casa, acabo de llegar", "Quieres ver a tu ídolo, Chespirito? Alístate"...


Cuando me enteré que Chespirito venía a Lima puse el grito en el cielo, o más bien, en el counter de Teleticket. Desde ese momento -aproximadamente hace un par de meses- estuve casi todos los días diciéndole a Ro que quería ir, que tenía que verlo, que era mi sueño desde que era una ratona... En fin, el pobre andaba taaaan torturado... Pero al menos me dijo que había una ínfima posibilidad de que regalen entradas en su empresa. Posibilidad ínfima, pero posibilidad al fin y al cabo, ¿no?

Mis expectativas de ir al evento se esfumaron cuando me dijo hace un par de semanas que la entrada estaba carísima como para que lleguen entradas gratis a la empresa. Aquellas ínfimas posibilidades se estaban conviertiendo en nulas como también en nulas se convertían mis posibilidades de ver a Chespirito en persona.

¿¿¿Cómo rayos consiguió las entradas??? Hasta ahora no me quiere decir, pero solo sé que tuve la increíble oportunidad de ir a la Gran Noche de Estreno de la obra "11 y 12" el día martes y que desde la sexta fila pude verle hasta la última arruguita; hasta ahora no puedo creer que lo estuve viendo y adorando a este gran ídolo que me sigue arrancando risas y sonrisas.


Cómo olvidar al Chómpiras, al Chapulín Colorado, al Dr. Chapatín, a Chaparrón Bonaparte o al infaltable Chavo del 8. Cómo olvidar que cuando era chiquita (con cinco años más o menos) salía solita de mi casa con destino a la bodega más cercana para comprar una Coca Cola de vidrio personal (qué ironía... quién diría que es gracias a esta gaseosa que tuve mi entrada en la mano...) y un paquete de galletas de soda Field especialmente para ver el "Chavo del 8" echada sobre mi cama. Y cómo olvidar que hace tres días logré verlo en persona, finalmente!!!!

Por obvias razones no les voy a contar de lo que trata la obra, pero solo les digo que hay que tener los HUEVOS bien puestos para ir a verla.

Muy recomendable!!! Realmente fascinante!!!

Eres un ángel, Ro. Gracias por esta grata, gratísima sorpresa!!!

Aquí el primerito, primerito del Chavo... cómo cambiaron después las cosas...





Fotos: Peru.com

2.7.08

Se cumplió un mes


Estaba a punto de prender un cigarrito mentolado un domingo por la noche (hace exactamente un mes). Rogelio estaba en el baño y yo quería aprovechar el hecho. Antes de actuar cambié de canal y, como nunca, sintonicé Panorama. Mi asombro fue tal al ver el reportaje que estaba al aire que solo atiné a no pensar más en prender ese último puchito de la noche...

Pues bien, el reportaje en cuestión trataba nada más y nada menos que, ¡oh, sorpresa!, de los males causados por fumar. Él salió del baño y concluimos que lo que íbamos a empezar en agosto lo acataríamos en ese mismo instante: dejar el vicio y tener una vida sana comiendo sano (creo que lo de la vida sana sí lo dejaremos para más adelante...).

Ayer se cumplió exactamente un mes enterito desde que dejé de fumar, aunque debo admitir que me fumé uno en el cumple de Belu... ¡Caray! No pude con mi genio esa vez... Sin embargo ese desliz solo cuenta para mí como el último de miles; ese que hasta la última pitada dio asco. Es un paso hacia adelante, me parece. Dejar los vicios siempre ha sido y será un triunfo para cada ser humano. Ahora siento que estoy triunfando en esto también.

Gracias, Ro, creo que sin ti no lo hubiera podido lograr.

Mi última fotito con puchito del maaaaaal!!!! (31.05.08)