23.4.12

Películas: mis favoritas de fin de semana

Qué rico es estar metida en la camita calientita un sábado o domingo en la tarde, de zapping en zapping hasta encontrar esa película que puedes ver una y otra y otra y otra vez, sin cansarte...

Sí, lo admito, la frase anterior me describe más que a la perfección y justamente por eso es que quise escribir este post, para compartir con ustedes mi adorada lista de películas preferidas para esos momentos en los que me siento más marmota que nunca. ¡Chapa tu cancha!


  • Bridget Jones 1 y 2. Los calzones de abuela en el cajón, los enredos al hablar, los excesivos kilos de más por bajar, esa copa de cualquier cosa con alcohol en soledad, las ganas de encontrar el amor... ¡Todas hemos tenido algo de Bridget alguna vez!
  • Si tuviera 30. No solo porque la actuación infantil y sincera de Jennifer Garner me encanta, o porque Mark Ruffalo es un papacito, sino por cómo empieza y acaba la película, ¡toda ella me encanta! Desde su fiesta en el sótano de la casa y su trabajo en Poise, hasta la casa de muñecas y su amistad con las chibolas del edificio.
  • Sex and the City 1 y 2. No paro de llorar al ver a Carrie feliz, luego triste, y otra vez feliz, en la primera película; en la segunda, Samantha me mata de la risa con caad cojudez que se le ocurre (sobre todo, cuando saca su fajo de condones frente a los cucufatos del Medio Oriente). Excelente de principio a fin (y si tu amore no quiere ver la pela contigo, ¡oblígalo!).
  • The wedding date. Debra Messing, regia, y Dermot Mulroney, sexy hasta sus canas, juntos, son re divertidos; me encanta cómo bailan, cómo se miran, cómo son parte de una complicidad absoluta durante toda la película.
  • Como si fuera la primera vez. Creo que lo que me hace ver este film una y otra vez, es el afán de Adam Sandler por conquistar a la rubia loca del restaurante cada mañana (otro, se hubiera aprovechado de ella y solo se la hubiera tirado, ¿o no?).
  • Marley y yo. Perrito del mal, malcriado de porquería, huracán personal que destruye todo a su paso, pero también el más adorable y apachurrable, que no debió haber muerto nunca...
  • Mi novia Polly. Es demasiado divertido ver a Ben Stiller ir al baño 700 veces, bailar salsa, comer bulgogui y conquistar a esa "nueva" chica linda que regresó a su vida como si el destino se hubiera puesto a su favor. Y lo mejor: cuando por fin manda al cacho a su ex, Debra Messing, por adornarle la cabeza... ¡Mala mujer!
  • Viviendo con mi ex. A mi amore no le gusta esta pela, pero yo la agarro cada vez que puedo; aunque es medio lacrimógena para mí, la puedo ver mil veces si cansarme, pero nunca entenderé la actitud del maligno de Vince Vaughn.
  • Lo que ellas quieren. Creo que esta es la mejor etapa de Mel Gibson: madurito, con un cuerpo moldeadito y con la capacidad de leer las mentes femeninas, ¿qué más podríamos pedir?
  • Muy parecido al amor. Las coincidencias de la vida son deliciosas, y más si de amor se trata, por eso, si no has visto esta pela (y, además, te encanta Ashton -como a mí-), chapa tu DVD pirata en el acto y ponle play, ¡una imperdible de finde!
  • Quisiera ser grande. Dejé lo mejor para el final. Recuerdo ver esta pela de Tom Hanks en canal 2, durante la época de Función Estelar, feliz yo en la soledad de mi cuarto. ¡Es mi película favorita por sobre todas las cosas!

Claro, no todo son las películas, sino que también las bandas sonoras me encantan. Les quiero dejar una selección de canciones súper chéveres, algunas de ellas con un gran significado para mí.



{Michael Buble - Save the last dance for me / The wedding date}

{Will Young - Your love is king / Bridget Jones 2}

{Liz Phair - Why can't I / Si tuviera 30}

{Maroon 5 - Secret / The wedding date}

{Aqualung - Brighter than sunshine / Muy parecido al amor}

18.4.12

Arequipa en flores (parte I)

Ay, Arequipa. Tierra linda, serrana, volcánica, llena de taxis y súper pintoresca. Me encantó estar allá y hacerle 'check' a ese pendiente. Dentro de todo lo que pude ver con mis ojazos, me llamó mucho la atención la variedad de flores dependiendo del microclima en el que estábamos; no eran las mismas flores en la ciudad que en el Colca, y mientras más subíamos en altura, más florecitas amarillas se veían (hasta que se extinguían del paisaje gracias al frío maligno).

Acá una primera selección de las fotos de flores que más me gustaron durante nuestro recorrido. No pongo todas en un solo post porque sería un choclón de fotos y no es la idea:) Enjoy!

*La tercera foto la tomó mi amore <3








17.4.12

En fotos: los colores de Arequipa

Estuve en Arequipa por primera vez a fines de marzo. El clima, riquísimo, casi nada de lluvias, y el último día que estuvimos en la ciudad, salió un sol esplendoroso y serranísimo. Aprovechamos para conocer el Valle del Colca y su nieve (a donde, definitivamente, volveré), el Monasterio de Santa Catalina , el centro de la ciudad, los alrededores de ella y varios restaurantes.

Una de las cosas que más me gusta de los viajes es ver las artesanías; qué es lo que hacen los lugareños, a qué les imprimen su sello. Por eso, en varios puntos de la ciudad, como del Colca, tomé varias fotitos de los souveniers que más me gustaron por sus colores siempre llamativos. ¿Qué les parecen?





16.4.12

¡Nieve, blanca nieve!

Sí, sí. Nunca la había tocado. Es mi verdadera verdad. Cada vez que he viajado, he ido a lugares con mucho calor, caribeños y tropicales. ¡Nada de frío! ¡Nunca cerca a los 0º ni en broma! Pero esta vez fue diferente.

Camino al Valle del Colca, a los 5,000 msnm, con un frío desgraciado y de madrugada, vi a través de la luna empañada de la camioneta, algo blanco que me llamó la atención. Limpié el vidrio congelado a duras penas y grande fue mi sorpresa cuando vi hielito por montones, como ese de la refri verde antigua con el que jugaba de pequeñina.

Cuando bajamos de la camioneta a desayunar, mi Ro le pidió al guía que por favor paremos de regreso a Arequipa para que mis manitas pudieran, al fin, sentir, tocar y jugar con la nieve. No pude más con la emoción, porque unas horas después, el carro desaceleró, el guía abrió la puerta y granizó encima mío; me olvidé de la altura y crucé corriendo la carretera desolada para hacer mi primerísima bola de nieve que Ro capturó con nuestro lente.

Me sentí como una niña de nuevo, emocionada por cumplir un sueño (aunque parezca tonto y muchos me miren con cara de "WTF!") al que ya le puedo hacer check en mi wishlist de cosas para hacer antes de morir. ¿No les pasa también que esas cosas minúsculas de la vida les causan una emoción infinita? ¡Qué felicidad tocar la nieve! ¡Qué felicidad!