28.9.09

"Sírvase un payaso": la vez que gané algo y me reí como nunca

Hace algunas semanas me llegó un mail de Barena en donde me invitaban a ganar unas entradas para el teatro si jugaba a patear unas latas en su web. Jugué y jugué, pero nada... ¡Caray! ¡Qué mala leche!... A los dos días de haber jugado recibí una llamada que me hacía acreedora de ¡cuatro entradas para ir al teatro! ¡Qué emoshión!

Todas las veces que he intentando ganar algo me ha resultado fallido. La penúltima vez que me gané algo fue en un tómbola y al bendito juguetito ese que me regalaron (un Transformer verde limón de procedencia china) lo catalogué como estafa, porque debió haber costado una china y tuve que pagar dos lucas por ganármelo en esa tómbola del mal.

Llegué al Teatro Julieta con mis amigos para hacer nuestra respectiva cola. Debo reconocer que hubo una desorganización terrible, porque la boletería la abrieron tardísimo, entramos después de lo que nos citaron y mis asientos se los ocupó un gordito con su familia.

En fin, qué queda, sentarse a disfrutar no más (a ver si vale la pena). Al menos me regalaron una latita de Barena y una máquina de afeitar de triple hoja (pa´quitarse la barba, pe´, ¡ya tu sa´!).
"Sírvase un payaso", es el nombre de la obra que me hizo carcajear hasta más no poder; en verdad nunca me había reído así y por tanto tiempo seguido con las lágrimas peléandose por salir. Son cuatro los payasos protagonistas de la obra: Ranchi (Germán Ramírez), 23 (César García), Fito-Fito (Rodolfo Reaño) y Panta (Miguel Vargas). Los cuatro viven miles de ocurrencias en un bar, el Bar Juliet, tratando de entretener a la clientela, o sea, nosotros.
El dueño del bar -enloquecido y con problemas de esquizofrenia brava,- dos mozos -uno alcohólico y el otro, un enamoradizo feliz-, y el encargado de limpieza -un gordito bonachón-, fueron el cuarteto perfecto de esa noche de miércoles que terminó con una "oda" a Michael Jackson.
Al principio no entendí la mecánica de la obra, porque cada sketch no tenía concordancia con el siguiente, pero creo que de eso se trataba un poco. La escena de los Chichitos Chipy y la del Gran Macho (que se respeta) fueron las mejores. Lo demás no se los voy a contar, porque vale la pena que vayan a ver la obra.

“Sírvase un payaso va todos los miércoles, hasta el 25 de noviembre, en el Teatro Julieta. Comienza a las 9pm., pero traten de llegar temprano para evitar la cola. Las entradas las venden en la boletería y en Teleticket. No se olviden de reclamar su chelita antes de entrar a la sala.