4.2.08

Volver a empezar

No sé por qué quiero escribir sobre esto. Debe ser alguna manera de desahogarse o algo por el estilo. Tal vez a los escritores también les pasa y es por ello que dejan tantas historias tristes plasmadas en esas hojas frías de color crema. El punto es que si me lees o no, de todas maneras estoy descargando algo que me carcome (a témino medio) desde el sábado. Además no escribo desde hace tiempo debido a un accidente embarazoso que no es bueno mencionar y hoy es una buena ocasión para volver a hacerlo.

Parece difícil pensar que muchas cosas pueden acabar de una manera tan increíble como lo es con un comentario dejado en el archi famoso y visitado Hi5 de una persona. Simplemente con hacer un sencillo clik uno puede enterarse de muchas cosas (que a veces no es bueno saber), como me pasó a mí el sábado pasado.

Un inocente dibujo de un corazón, que en lenguaje hi5-ense significa "media mitad", y un "te quierooooooooo" como comentario me dieron paso para pensar mil y un cosas, así como tres mil situaciones posibles que se barajan unas con otras para crear unas tantas incoherentes y otras no tanto.

Ella como nombre tiene un color y él... él un nombre que siempre me gustó aunque ahora guarde un poco de resentimiento hacia ese nombre; en realidad hacia su nombre y hacia ese color, que por cierto nunca me gustó mucho que digamos. En fin, parece que lo que me gustaba y lo que no tienen algo en común entre ellos ahora: gusto. Un gusto que, según hipótesis mías sacadas desde el fondo de mi ser, los está llevando a algo más y ese es el quid del asunto.

De repente le doy muchas vueltas al asunto y no solo yo lo pienso, sino las varias personas a las que les he contado este desgraciado e inútil problema que se ha convertido en uno grande gracias a la imaginación que me manejo. Quizá sea bueno dejarlo de lado. Todo de lado. A él, a su nuevo color favorito, a lo pasado, al gusto que algún día hubo, a las situaciones y al maldito día de San Valentín que se acerca. Total, ya ni me gusta...

Espero decirle adiós, por el momento, a la frase "no puedo con mi genio" y deshacerme de una vez por todas de los recuerdos que me aturden. Además, ya quité la foto que me quedaba de él en mi cuarto y el poema que alguna vez me envió cuando cometió un error entre nosotros. Me parece que el punto aquí es dejar todo atrás y siguiendo la letra de José José "Ya lo pasado, pasado, no me interesa...", es menester volver a empezar (pero con algo nuevo, que conste).

2 comentarios:

  1. Yo creo que siempre que uno termina, lo más sano es terminar-terminar y poner tierra y olvido de por medio. No me refiero a olvidar a la persona y a lo vivido, sino a olvidar lo que uno sentia por esa persona y transformarlo eventualmente en una bonita amistad. Yo suelo meditarlo analizarlo y razonarlo todo; pero creo que hay veces en que vale la pena dejar de pensarlo y simplemente actuar. Te quiero mucho amia y sé que vales mucho como para agotarte en buscar respuestas que uno no siempre encuentra.

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