18.3.12

Receta: Espaguetis a la huancaína y jugo de carambola

Hoy me desperté después del mediodía. Siendo domingo (y teniendo un esposo bastante hambriento), era momento para pensar en qué cocinar. Recordé que aún tenía un poco de ese queso que me trajeron de Arequipa, así que era un buen ingrediente base para empezar a preparar el almuerzo.

¿Qué sería el menú? Algo fácil para no complicarme la vida: espaguetis a la huancaína con hamburguesa. ¿De tomar? Yo soy feliz con agua pura, pero mi esposo hambriento prefiere las cosas con más sabor: jugo de carambola. ¡Manos a la obra!

Espaguetis a la huancaína con hamburguesa

Ingredientes:
  • Queso fresco salado
  • Leche evaporada
  • Aceite vegetal
  • 1/8 de cebolla morada
  • 2 dientes de ajo
  • 1 ají amarillo


Notarás que de los primeros ingredientes no hay medidas. Lo que pasa es que yo preparo la huancaína dependiendo de la consistencia que quiero y del sabor; no es lo mismo usar un queso serrano que un queso fresco light, por ejemplo. En este caso yo usé uno 400 gramos de queso arequipeño salado, media taza de leche y media taza de aceite, pero es bueno que vayas equilibrando el sabor de a pocos.

¿Cebolla y ajo para la huancaína? ¡Oh, yeah! Así le das un sabor diferente a la salsa, aunque no lo creas. El ají amarillo es básico para el sabor y el color. Si no quieres que quede muy picante, soasa un poco el ají antes de utilizarlo. Si quieres que la salsa huancaína te quede más amarilla, puedes hacer dos cosas: incorporarle una yema de huevo o echarle un poco de palillo en polvo; yo prefiero no agregarle más nada.


Una vez que esté lista, prueba la sal. Si vas a utilizar la preparación para acompañar papas o yucas, entonces que no esté muy salada, pero si la vas a usar para acompañar cualquier tipo de fideos, agrégale más sal; recuerda que la pasta le resta sal a cualquier tipo de salsa.

¿Cómo preparé mis hamburguesas? Yo uso bisteck molido, no carne molida porque es mucho más grasosa. Sal, pimienta y comino, nada más, y a la sartén con un poquito de aceite. ¡Ñom!

Jugo de carambola

No nos gusta la carambola, excepto en jugo: esta fue una de las primeras conclusiones a las que llegamos Ro y yo a las semanas de conocernos. Y por eso, chapé las carambolas de la refri, las corté y las licué con agua, hielo y azúcar. No olvides colar, porque la cáscara y los restos de las pepitas no son muy ricas que digamos...


Utilicé 5 carambolas y llené la licuadora con agua. Luego de colar, agregué más agua en la jarrita porque el jugo estaba bastante concentrado. Al final, creo que usé entre 1.5 y 2 litros de agua, contando los hielos.

¿El resultado?

¡Un almuerzo bien taipá y recontra dominguero!

2 comentarios:

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